POETAS (LA IMAGINACIÓN LOS TUERCE)

La imaginación los tuerce.

Sus ojeras y el talento, parecen entablar una plática hermosa

durante toda la noche.

Como el alcohol ardiendo, también reproducen su hongo de luz.

No obstante,

no sujetarían su cuello a una piedra llamada belleza,

¿o sí?.

Sus uñas impuras que no recortan

son una réplica de la estatura de los santos.

Están como atados,

como si no existieran las lianas del pasado,

ni los recibos de luz,

ni la operación matemática de alimentarse y beber.

Están como atados

y es como si llevaran las riendas de este Apocalipsis.

PARA MI AMIGO BUDISTA POR SEMBRARSE EN MI PATIO DE ENTRADA

¿Cuándo vas a destruir tu YO? ¿cuándo vas a entregarme tus posesiones?

tu mujer a la que asearé y daré su lugar en el mundo

tus libros pergaminos tu aspiradora a mano para los ácaros y el polvo

tus bravos canes que resoplan sus hocicos como cuernos de caza

tu toga bordada y varias hectáreas.

Tus ojos no ven fallas, están tan limpios que podría sembrar en ellos.

¿Cuándo vas a destruir tu YO, tu pequeño gimnasio dentro del samsara?

¿Cuándo vas a entregarme tu afeitadora?

tu cuenta de facebook y las imágenes de los planetas que visitaste

tus muebles tus papeles en regla y pensión de la AFP;

en concreto, ¿cuándo vas a publicar

tu lista de refugiadas y refugiados tibetanos que fueron tu perfume?

Tus cuatro erógenas ruedas del placer están ponchadas

así que os construiré una ermita

apreciado y confeso amigo budista te confeccionaré un letrero :

“El Fin del mundo trabajando. No molestar.”

No dañaré a tus vecinos naturales: aquel árbol ni aquel arbusto

te daré algunos fósforos por si amaneces con la inquietud de ser bonzo

Y puedas despegar como un cohete la cabeza de tu cuerpo.

He colocado sensores en el patio como collares

para que mantengan alejados a los curiosos.

Tengo estampitas y camisetas con el rostro

llameante, compasivo del dalai lama.

Me agenciaré para suscribirte con el Tibet Journal

para que me envíe electrónicamente y por correo

fascículos del Manual para mantener un budista en casa.

He sentido frío, una brisa helada que pasó entre las cortinas

y pienso que cada día te pareces más al Himalaya que ansías.

VI.- La vida del buscaempleos llamado Gavrilo (en los tiempos de Fuji)

Cortado en tres por un fino cuchillo oriental

flaco de oportunidad y belleza

con los bolsillos escarmentados

finas hileras arrugándome el entrecejo

blandengue y torpe como un sachet

amedentrado entre republicanos y reingenierizantes

mientras una costilla me crece en el pulmón sano

el resto de pulmones y corbatas erectas en la fila de espera

se afeitan la tos, ensayan los dientes,

el rostro relajado, fotogénico el ánimo

el alma una nuez, la risa blindada con su margen

la posición urbana de las manos, el file en sus marcas

y el nerviosismo en un pote sellado,

con todas las de la ley y las más eficientes

han venido en procesión hechos grada y pulmón,

un nivel alto de mi incompatibilidad con las multitudes

me advierte lo malo de todo esto

aguardando la palabra del gerente

que bastará para sanarme.